A las niñas y los niños
—en tiempos de coronavirus—
El mundo patas arriba
les debe un homenaje.
Cuerpecillos menudos,
corazones gigantes.
Ojillos siempre alerta
y orejas expectantes.
Sus risas son colores
y sus mentes brillantes.
Pilotan la esperanza,
el arcoíris, su nave.
¡Viento en popa a toda vela
van surcando los lares!
Sonrisa es su bandera
y el valor su estandarte.
Dejan estelas de civismo
a su paso triunfante.
Por donde mires verás
cuerpecillos menudos,
corazones gigantes…
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